Pulp Fiction
Año: 1994
Direccion:
Quentin Tarantino
Guión:
Quentin Tarantino & Roger Avary
Producción:
Lawrence Bender
Fotografía:
Andrzej Sekula
Montaje: Sally
Menke
Sinopsis:
Tres historias, independientes en una primera
impresión, compartirán muchos más elementos de lo que parece.
El matón Vincent Vega debe llevar a pasear a la
esposa de su jefe, Marsellus Wallace. Pero un imprevisto arruina la velada y
pone en peligro a ambos.
Por otro lado, Butch Coolidge, boxeador, acepta
dejarse ganar en su próximo combate por órdenes del mismo Marsellus Wallace. Pero
Butch tiene otro plan en mente: Apostar a su favor, llevarse todo el dinero y
huir a los Ángeles con su pareja, hecho que enfurecerá a Wallace.
Finalmente, Vincent Vega matará accidentalmente
en su auto a un joven inocente. Su redimido compañero Jules y él deberán deshacer
todas las evidencias.
Género y Características:
La película pertenece al género de
acción, y por ende mantiene características de este género en su composición. Mas
allá de eso, posee una estructura poco utilizada en este tipo de films, y que
marcó tendencia desde su estreno por los elementos nuevos que mantuvo en sus
siguientes películas. La película posee elementos del género de acción y
elementos del “cine tarantinesco”.
En toda la película está patente, en mayor o
menor medida, el concepto de “Persecución”. Aunque no lo veamos explícitamente
en el cuadro, los personajes son o se sienten perseguidos por alguien, o algo. Butch
es perseguido por Wallace y los suyos, Vincent y Jules persiguen a sus “víctimas”,
y así en la mayoría de las escenas del film.
Los
personajes, a menudo se encuentran con obstáculos; Butch y Wallace
atrapados por dos “pervertidos” que planean abusar de ellos. O Mia y su
sobredosis, que obliga a Vincent a socorrerla. Ringo y Yolanda, que planean
asaltar el restaurante y llevarse el maletín de Jules.
En los momentos de acción los planos son por
lo general abiertos para apreciar las acciones de los personajes, valga la
redundancia. Y puede notarse además una gran cantidad de movimiento interno,
sobretodo en los enfrentamientos.
Pueden apreciarse además, elementos de
composición que dan una idea sobre lo que está pasando en la película. Como
cuando Jules está intimidando a uno de los jóvenes al principio, la cámara está
en contrapicado, a baja altura, y Jules se ve como alguien grande y amenazador.
En contrapunto del plano de la víctima, que la cámara lo toma más alto y en
picado, viéndolo más vulnerable y pequeño.
Llama la atención, también, la forma en la que presenta
algunos de los tantos personajes que vemos desfilar por el film:
mostrando solo una parte de su cuerpo. Casualmente, la pareja de Mia y
Marsellus son los dos presentados de esta forma. Mientras que a Mia solo se le
enfocan sus pies primero, a Marsellus no llegamos a verle el rostro hasta
entrando en la segunda etapa del film: Sólo vemos su cogote y su cabeza calva,
con una tirita que llama la atención.
La música tiene la particularidad de ser
diegética en todo momento: pertenece al mundo ficticio del film y los
personajes la oyen (y en un momento hasta la bailan) como nosotros, los espectadores.
Y suena en momentos clave de la narración, sobretodo en los momentos en que los
personajes se enfrentan al peor obstáculo, tales como la sobredosis de Mia o la
violación a Wallace.
Pero sin duda, es la estructura que se
utiliza con respecto al montaje lo más recordado de la película, como mencioné
al principio del análisis. Y es que hay constantes idas y venidas en el tiempo cinematográfico.
Todo el tercer capítulo está ubicado cronológicamente antes del segundo capítulo,
sin embargo en el film viene a lo último. Esta estructura buscada de antemano
refuerza el concepto del azar, la suerte, los milagros y los hechos que no
podemos predecir sino simplemente aceptar, como de hecho lo menciona el
personaje de Samuel Jackson. Si alguien montara la película en orden
cronológico, esto es, que empezase con Jules y Vincent hablando de hamburguesas
mientras van a “trabajar” y acabase con Butch y Fabienne huyendo en moto en un
“final feliz” digno del Hollywood más convencional, la película no habría
tenido la capacidad de enganche que tiene con la escena entre los atracadores
Pumpkin y Honey Bunny en la cafetería, “congelada” justo cuando se disponen a
atracar y retomada al final como largo epílogo. Ni tampoco hubiese construido
el mismo mensaje. Por lo general, en el cine convencional o comercial, se prefiere una película con una continuidad perfecta porque describe los hechos de forma realista. Una película con una continuidad fallida distrae más que atrae. En esta pelicula, sin embargo, no se trata de ocultar el montaje. El tiempo se altera constantemente, y el montaje se evidencia. Es un modo de trabajar la narración que luego Tarantino
utilizaría nuevamente en sus siguientes films.
También
hay pequeñas elipsis en momentos como la sobredosis de Mia o cuando Butch llega
al motel donde Fabianne lo espera. Elipsis que no hacen más que seguir alterando el tiempo cinematográfico y evidenciar ese montaje, además de la estructura episódica. Da la sensación de que no están recordando: Esto es un ficción.
Decoupage
Mia y Vincent vuelven a la casa de ella luego de pasar una agradable noche cenando y bailando.
Es un plano considerablemente más largo que los otros, al menos de esta escena. Y si bien están los dos dentro del cuadro, la cámara la sigue a Mia, marcando como la importancia en esta toma de ese personaje.
Plano y contraplano, de menor duración, entre los personajes.
Plano medio de duración más cercana al primero, que sigue a Mia en su baile. Por momentos ella se va del plano o se "oculta" detrás de las paredes, como si fuera un juego.
Vincent en el baño planeando la forma de irse. El plano, tomado en contrapicada marca como una personalidad fuerte de Vincent, y a su vez el espejo (y el hecho de que él no mire su reflejo) evidencia la idea de que no admite sus propios errores.
También, la composición de este plano parece el contraplano del anterior, como si estuviera mantieniendo una conversación con Mia, aunque no estén en la misma sala.
Mia fumando un cigarrillo y luego drogándose.
La música continúa sonando (siempre diegética) y los planos cada vez más cerrados, como anteponiéndose a lo que está a punto de suceder.
Mia sufre una sobredosis. Entre estas dos tomas, hay un fundido a negro, que marca una pequeña elipsis hasta que Vincent la encuentra y se la lleva.
El plano es mucho más cerrado que al comienzo de la escena y el personaje de Vicent no se lo ve, solo se le oye.
Conclusion:
Pulp Fiction es una pelicula que desde su realización mantuvo la idea de romper moldes. Ya sea desde su composición, en la que mostraba una nueva forma de exponer una historia violenta y de gángsters (pero con apenas cinco minutos de violencia explícita en todo el metraje) y también en su estructura, donde los hechos no transcurren cronológicamente sino con constantes idas y vueltas. Si bien es claro que el género al que pertenece, al menos en mayor medida, es el de acción, el director incluye referencias cinéfilas y bastante humor negro, sin pasarse completamente a la comedia.
Es una pelicula donde pueden apreciarse en cada visionado nuevos detalles que la hacen cada vez más compleja (que no difícil) y cada vez más patente el estilo particular del director.
James Wong Ho: Emigrante chino y de larguísima trayectoria, se le reconoce como uno de los mejores directores de fotografía del cine americano. En Cuerpo y Alma de Robert Rossen fija el solito toda una estética alrededor del boxeo que llega hasta nuestros días en títulos como Toro Salvaje o la citada Million Dollar Baby. Chantaje en Broadway es otro portentoso y contrastado trabajo en B&N a revisar entre cientos de trabajos.
Gregg Toland: Gran parte de la revolucionaria estética de Ciudadano Kane es culpa suya. Mucho se ha escrito sobre la profundidad de las tomas gracias al uso de la profundad de campo y una cuidada iluminación, también de los ángulos de cámara y objetivos seleccionados. Entre sus trabajos de referencia tampoco puede faltar su fantasmagórico trabajo en las Uvas de la Ira de John Ford.
Christian Matras: El hombre detrás de la cámara de la última etapa francesa de Max Öphuls. Exuberantes movimientos de cámara e iuminaciones, pero también alocados travellings y ángulos de cámara. Quiza no tanto en el plano técnico como en el púramente visual, pueder ser una fuente de inspiración.
Gordon Willis: Poco más se puede decir de "El Príncipe de las Tinieblas". Tan sólo disfrutar de sus trabajos con Coppola y Woody Allen, además de su espectacular uso de lentes dióptricas en Todos los Hombres del Presidente.
Henri Decaë y Raoul Coutard: Responsables de la fotografía de los títulos más importantes de la Nouvelle Vague francesa. El primero con toda una piedra angular como Los 400 Golpes, pero también con las sugerentes iluminaciones y contrastada fotografía del cine de Jean Pierre Melville. El segundo sobre todo con su colaboración con Jean-Luc Godard, donde prima sobre todo la iluminación natural y un estilo de aspecto directo.
Edmon Richards: Su descomunal labor en Campanadas a Medianoche basta para citarlo en culaquier lista. También a destacar su trabajo en El Proceso de Welles.
Néstor Almendros: Nuestro Nestor, toda una institución dentro de la fotografía "naturista". Larguísima colaboración con Rohmer, pero también a destacar sus trabajos Truffaut (El Pequeño Salvaje) o Alan J. Pakula (La Decisión de Sophie). Para la Historia queda su impresionante trabajo en Días del Cielo de Terrence Malick, reconocido con el Oscar a la mejor fotografía en 1978.
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